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El gerente de la Liga Profesional acorralado por conflictos de intereses que lo tienen al borde de un nuevo frente judicial

Tras la interna palaciega desatada por el pedido de renuncia de Marcelo Tinelli entre los clubes de la máxima categoría del fútbol argentino, la rosca sigue y otro apuntado parece ser el mandamás banfileño y mano derecha de Tinelli: Eduardo Spinosa.

Eduardo Spinosa saltó a escena en 2012 cuando Banfield se iba al descenso con campaña de campeón y salvaba a un San Lorenzo recientemente intervenido por Marcelo Tinelli. El actual Director de la Liga Profesional fue el mismo que en el 2016 dijo que había que rescindirle el contrato a la televisión pública, después se sentó a la mesa para rescindirle el contrato a la Superliga que él mismo había reclamado tras un breve y oscuro paso por AFA bajo la tutela de Luis Segura.

A lo largo del año Spinosa enfrentó diversas causas que pusieron en jaque su reelección al frente de Banfield como la Investigación Penal Preparatoria se está tramitando bajo el número 07-00-04345321/00 a cargo del fiscal Jorge Grieco. En la UFI 8 de Lomas de Zamora, Spinosa estuvo siendo investigado por el presunto delito de administración fraudulenta y estafa contra el Club Banfield.

Los números trazan los vínculos de Spinosa conocido en la city porteña por operar con distintas financieras que en su momento también le valieron una investigación judicial en la causa de supuesta malversación de fondos a través del programa de trasmisiones deportivas Fútbol Para Todos. Ahora todo indica que Spinosa participó de la transferencia de un jugador de la Liga Profesional a la MLS en la que actuó como “el ingeniero financiero”, rol que conoce de otras épocas cuando operaba con su amigo Valentín Díaz Gilligan y el reconocido empresario uruguayo Paco Casal.

Según publicó Página 12, Spinosa y Díaz Gilligan comenzaron con un emprendimiento común que apareció publicado en el Boletín Oficial el 5 de enero de 2007. Se llama o se llamaba Terra Sport y lo compartían con Santiago Pereiro, cuya dirección es la misma que la del ex funcionario macrista. Su objeto es/era “la organización de eventos deportivos, actividades de turismo deportivo, invitando turistas extranjeros a participar de los eventos deportivos locales o llevando residentes argentinos al exterior”. Desde allí que Spinosa conoce el mercado que hoy conduce con incompatibilidades que pueden abrirle más problemas judiciales a su multitudinario frente.

No se trata de la única sociedad de Díaz Gilligan y Spinosa. DS Media SA aparece creada el 10 de enero de 2011, su rubro también es la “explotación comercial y administración de señales y eventos deportivos y espectáculos artísticos, la administración y explotación comercial de derechos de transmisión televisiva de tales eventos o de toda otra clase de espectáculos a emitirse por radiodifusión, televisión, por cable, codificada o no, por radiotelefonía, u otro medio audiovisual, gráfico, informático, de emisión, existente o que se cree en el futuro…”. para ser breves y no abrumar con los detalles. Spinosa figura como presidente y su socio como director suplente. Ya no aparece Pereiro.

DS Media SA declara domicilio en Viamonte 1453. Tal como prueba Gustavo Veiga en el citado artículo es la misma dirección donde funcionó el fideicomiso Banfileños que Spinosa armó cuando llegó a la presidencia. Su objetivo había sido conseguir fondos para paliar la delicada situación económica en que había sumido a la institución el ex presidente Carlos Portell. Un dato curioso sobre los dos dirigentes deviene de la causa judicial del Fútbol para Todos. Mientras que a Spinosa la Cámara Federal le dictó la falta de mérito como ex tesorero de la AFA, a Portell –que también ocupó el mismo cargo– le confirmó el procesamiento de primera instancia.

El actual presidente que zafó del juicio es recordado en el club por haberlo endeudado con la AFA en un 322 por ciento. En un reciente informe del Banco Central de la República Argentina, tras nueve años de spinosismo y dos temporadas en la B, Banfield figura séptimo en el orden de los deudores del fútbol argentino con una deuda de AR$ 152.162.000.

Díaz Gilligan fue uno de los principales socios comerciales de Spinosa y también figuró en el padrón de Banfield con el número de carnet 58.348. Se declaró amigo de Paco Casal para prestarle su cuenta bancaria. Ingresó a la comisión directiva de River como hombre de confianza del exsecretario de la presidencia y desarticulador del Fútbol Para Todos -con apoyo de Spinosa y motivo por el que rompió con Mariotto- Fernando De Andreis. No era un recién llegado al fútbol cuando el diario El País de España descubrió su cuenta en Andorra.

Tampoco es difícil advertir que el ambiente de la pelota es un territorio fértil para concretar operaciones político-financieras. Huellas como estas suelen quedar expuestas en un club pero en dos, en transferencias y en una entidad como la Liga Profesional no parece ser muy difícil de ocultar.